El camino que conduce hasta la virtualización del escritorio
Hace unos años inventamos un concepto interesante: consolidación de servidores, donde se agrupaban servicios optimizando los recursos y disminuyendo el número de plataformas necesario para soportar las necesidades de nuestros usuarios.
Viendo que nuestro CPD crecía involuntariamente a medida que lo hacía la compañía, el término de consolidación no era suficiente y pasamos a inventar otro concepto, el de la virtualización de servidores, de tal forma que por un lado consolidábamos servicios y por otro permitíamos correr en una misma plataforma física diferentes entornos servidor, pudiendo así seguir creciendo con unos ahorros importantes en hardware, gestión, espacio y electricidad.
No contentos con esto, la tendencia actual, y acertada en mi opinión, es la de virtualizar el puesto de trabajo dotando al usuario de instrumentos con recursos de proceso mínimos para desempeñar sus funciones, trasladando el PC al CPD y volviendo al mundo del ‘mainframe’ donde toda la carga de proceso se ejecutaba en un punto centralizado.
Si analizamos el concepto de virtualización, nos damos cuenta que es bastante antiguo, siendo utilizado desde los años 50 del siglo pasado en diferentes ámbitos de la informática: desde sistemas completos hasta componentes individuales. Pero así como hoy en día la virtualización de servidores es algo tecnológicamente superado, la virtualización del puesto de trabajo requiere todavía de un periodo de desarrollo para alcanzar su máxima eficacia.
Las compañías que son conscientes de la necesidad de asegurar y centralizar sus datos – que deberían ser todas- saben que un entorno virtualizado de puestos de trabajo proporciona beneficios como la reducción de los costes en resolución de problemas y gestión, la disminución de tiempos de actualización de plataformas y distribución de software, la movilidad de sus usuarios, la eliminación de pérdidas de rendimiento en los PCs y la continuidad del negocio. Estas organizaciones piensan que mover el sistema operativo con sus aplicaciones instaladas es suficiente, pero es aquí donde por un lado se contrarrestan dichos beneficios y, por otro, trasladamos los problemas que genera el puesto de trabajo al CPD.
Tenemos que asegurarnos de obtener los beneficios de la virtualización de puestos y eso lo conseguiremos cuando seamos capaces de comprender que aislar el sistema operativo, los aplicativos y los perfiles es la forma correcta de utilizar nuestra infraestructura y permitir a los usuarios acceder a sus recursos mediantes protocolos de presentación optimizados, independientemente de su ubicación y de forma segura.
Uno de los objetivos de la división de virtualización de Albora Soluciones es ofrecer a nuestros ‘partners’ todas las herramientas necesarias para conseguir que sus proyectos alcancen el grado de satisfacción que esperan sus clientes. Y por ello contamos con fabricantes como Citrix, Wyse, ThinPrint y Datacore, consiguiendo así que la virtualización de servidores y puestos de trabajo, su acceso, seguridad y utilización aseguren los beneficios TI de los clientes.