El comercio electrónico, asignatura pendiente en Europa
El comercio electrónico en Europa todavía tiene mucho que aprender de Estados Unidos según el último informe realizado por la compañía ATG a más de 6.500 clientes en el viejo continente. El estudio, que trataba sobre la satisfacción, preferencias y desavenencias y frustraciones habituales de los e-clientes mostró que en los países donde la satisfacción es pobre, el gasto del consumidor es más bajo.
En España, uno de cada diez encuestados opinaban que su experiencia de comercio electrónico es “pobre” o “muy pobre”. Por sectores, el análisis indica que los europeos están más contentos con los sectores del ocio y entretenimiento (el 43 por ciento de los encuestados) y a disgusto con el sector del hogar (sólo un 6%).
La mayor irritación en Europa es la falta de servicio al cliente (64%). Francia y España son los más reacios a comprar online debido a las dificultades de contactar con las empresas cuando tienen preguntas (38%). Casi uno de cada tres británicos (29%) responde que su mayor frustración durante la compra online es olvidar las claves de acceso, y un 36 por ciento de los alemanes están descontentos por tener problemas a la hora de pagar.