Las grandes cadenas de minoristas de Estados Unidos como Wal-Mart o Target han creado la organización ‘Alliance for Main Street Fairness’ que pretende presionar a las autoridades para conseguir que se cobren impuestos a la venta sobre los comercios online, al igual que pasa con el resto de comercios.
El pasado 11 de marzo, el estado de Illinois decidió cobrar impuestos sobre las compras que realicen a través de Internet, algo que aún no hacen en la mayoría de los estados. Este hecho hace que empresas como Amazon basadas en la venta online puedan vender a precios más baratos ya que no cuentan con el valor añadido de las tasas.
Los defensores de esta nueva ley firmada en Chicago decían precisamente que la medida ayudaría a igualar las condiciones de competencia entre las tiendas físicamente establecidas y los negocios en línea. Como impacto negativo, puede ser que algunas de estas tiendas se cambien a un estado donde la ley sea aún más flexible con ellas.
Por esa razón, la alianza creada entre los grandes minoristas del país norteamericano pretende presionar a los legisladores para que se cobre los mismos impuestos en las adquisiciones por Internet que en las adquisiciones en tienda y así igualar las condiciones.
Raul Vazquez, directivo de Wal-Mart ha declarado a The Wall Street Journal que “la ley no permite hoy en día a los comercios físicos competir con los vendedores online“.
Y es que, como ejemplo, mientras Wal-Mart, con base en Seattle se ve obligado a cobrar impuestos en la venta a todos los consumidores, Amazon sólo tiene que hacerlo sobre los clientes de cinco estados (Kansas, Kentucky, Dakora del Norte, Washington y Nueva York).
Según los datos, a causa de la recesión económica, se han incrementado las ventas online, por lo que este año los comercios minoristas han decidido meter mayor presión para cambiar la legislación sobre los impuestos.
En España, depende de la ubicación del comprador
Si la legislación sobre impuestos cambia de un estado a otro del país norteamericano, no es de extrañar que en Europa sea bastante distinto.
En España, los impuestos directos sobre el comercio electrónico son los mismos que para los establecimeintos tradicionales y se ha de crobrar el IRPF, Impuesto sobre sociedades e Impuesto sobre la renta de no residentes.
Sin embargo, sobre el IVA hay varios supuestos, teniendo en cuenta donde se encuentra el prestador del servicio y donde se encuentra el consumidor.
Así, como ejemplo, si la empresa se encuentra en España debe repercutir normalmente el 16% de IVA, como en los establecimientos físicos, pero si la página de comercio electrónico está establecido en otro país, estos deben, normalmente, pagar el IVA marcado en tal país.
Mientras tanto, si el destinatario del servicio prestado adquiere un producto o servicio por Internet a una empresa registrada en España, no se debe pagar IVA puesto que, según la legislación, el prestador del servicio deja de ser un sujeto pasivo.
Más información sobre la legislación española en comercio electrónico en La Agencia Tributaria
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