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A pesar de la situación económica, Internet sigue siendo uno de los pocos campos en los que la actividad no para de crecer, según diferentes datos publicados por el ISDI (Instituto Superior para el Desarrollo de Internet), y donde el empleo no ha descendido. Al contrario, las tecnologías producen mucho empleo constantemente en diferentes campos y no son capaces de encontrar suficientes profesionales para cubrir esos puestos.

Datos como que el 97,4% de las empresas españolas de 10 ó más empleados dispone de conexión a la Red, que dos de cada tres empresas tienen página web y que casi una de cada cuatro empresas realiza compras a través de comercio electrónico, que el e-commerce y los contenidos digitales generaron más de 15.000 millones de euros en España o que y las ventas de comercio electrónico en España aumentaron un 17,3% el año pasado sobre 2009, hacen del sector de las tecnologías de la información un generador de empleo constante.

Así, según un estudio del ISDI, el 51% de la oferta de empleo para jóvenes cualificados en la Comunidad de Madrid se concentra en cuatro campos que dentro del sector TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), consultoría (en muchas ocasiones, consultoría tecnológica), ingeniería, y energía y agua. Por otro lado, no sólo destaca el hecho de que se busquen muchos profesionales, sino que AMETIC destacó en su momento que el empleo en el sector TIC se caracteriza por la “estabilidad, con una contratación fija del 84,3%”.

Llama la atención, además que, junto con la innovación tecnolófica hayan ido apareciendo nuevas profesiones como webmaster, programador web, diseñador web, técnico en e-marketing, ingeniero de servidores, técnico de bases de datos, experto en atención al cliente por chat o por correo electrónico, especialista de comercio electrónico.

Nacho de Pinedo, CEO del ISDI, explica que “la velocidad a la que ha crecido la digitalización de nuestra economía supera la capacidad de los profesionales para formarse con una visión global sobre este entorno, de manera que hay un evidente cuello de botella en el mercado: muy pocos profesionales formados frente a una imparable demanda de directivos, operarios y transformadores digitales.