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Nokia ha informado sobre un plan de reducción de personal que afectará a 3.500 trabajadores. Y es que el cierre de la fábrica en la localidad rumana de Cluj Napoca a finales de este año ya supondrá el despido de 2.200 empleados.

Además, otras 1.300 personas del área de Ubicación y Comercio sufrirán el impacto de los recortes de la compañía finlandesa, tras el cierre de sus oficinas en Bonn (Alemania) y Malvern (Estados Unidos) para centrar su negocio en Berlín, Boston y Chicago.

Según el comunicado, estos nuevos despidos se suman a la reducción de plantilla que la compañía anunció en el pasado mes de abril. Entre ambos recortes, el fabricante despedirá a 7.500 trabajadores  y trasladará otros 3.000 a Accenture, de aquí a 2012. De hecho, Nokia ya ha señalado que se pondrá en contacto con los representantes de los trabajadores para preparar las condiciones de salida de los empleados.

Además, Nokia también planea enfocar de otra manera el trabajo en algunas de sus fábricas,  centrándose más en el software y el empaquetado y dejando a un lado la producción de dispositivos. Es el caso de las factorías de Salo (Finlandia), Komarom (Hungría) y Reynosa (México).