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Finalmente Apple ha conseguido que un tribunal federal, en este caso de California, haya bloqueado la venta del Samsung Galaxy Tab 10.1 en Estados Unidos. La jueza Lucy H. Koh ha impedido que Samsung o sus subsidiarias importen el tablet, o cualquier producto que incluya la Patente número D504.889, que hace referencia al diseño ornamental del dispositivo, después de reconocer que el Galaxy Tab 10.1 es difícil de distinguir del iPad y iPad 2 de Apple.

Aunque Apple ha conseguido prohibir la venta del Galaxy Tab 10.1 en Estados Unidos, ha tenido que pagar una fianza de 2,6 millones de dólares para cubrir cualquier daño contra Samsung en el que caso de que posteriormente se descubra que la prohibición no hubiera debido de ser impuesta.

En junio del año pasado Apple demandó a Samsung en relación al Galaxy Tab 10.1, que se había lanzado cuatro meses antes, además de a varios terminales de la compañía coreana, a la que acusaba de violar la patente D’889, además de otras patentes de utilidades. En diciembre de 2011 la jueza Koh determinó que probablemente Samsung infringía las patentes D’889 y que la conducta infractora suponía un daño irreparable contra Apple. Sin embargo, el tribunal no se decidió a imponer la medida cautelar de prohibir la venta del producto, explican en VentureBeat.

Ha sido a través de una apelación cuando Apple no sólo ha conseguido que se confirme la infracción y los daños irreparables, sino que se ha dado luz verde a la prohibición de vender la tableta, una prohibición que es más simbólica que otra cosa, porque ya hace más de un año desde que la Galaxy Tab 10.1 se lanzó al mercado y la que ahora está comercializando Samsung es la Galaxy Tab 2 10.1, que no se ve afectado por la decisión del tribunal. Además, la compañía coreana ha lanzado versiones retocadas del primer modelo con el fin de evitar prohibiciones similares en otros países.