Sony sigue perdiendo dinero
Kazuo Hirai, responsable de Sony desde el pasado mes de abril, sigue intentando llevar a la compañía a la rentabilidad después de cuatro años consecutivos de pérdidas.
A pesar de haber recuperado las ventas, Sony ha vuelto a perder dinero en el trimestre que va de abril a junio: 24.640 millones de yenes (258,3 millones de euros), frente a los 15.500 millones de yenes que la compañía perdió hace un año y los 1.230 millones de yenes perdidos previstos por los analistas. Los costes de restructuración, la fortaleza del yen y la caída de las ventas de televisores LCD y consolas de juegos son los “culpables”, según Sony, de estos resultados. Los ingresos de Sony han crecido un 1,4% hasta los 1,5 billones de yenes.
Durante la presentación de resultados la compañía ha dicho que mantiene su previsión de volver a la rentabilidad durante este año fiscal, que acaba en marzo de 2013, con beneficios de 20.000 millones de yenes (210 millones de euros), frente a los 456.600 millones de yenes que la compañía perdió el año pasado, la cuarta pérdida consecutiva de Sony, y la mayor en sus 66 años de historia.
Tras cuatro años de pérdidas el nuevo responsable de la compañía desde el pasado mes de abril, Kazuo Hirai, ha trabajado para reducir los costes fijos de la compañía, que se centrará en sectores de gran crecimiento, como los smartphones y los tablets. En este sentido recordar que a finales del año pasado Sony disolvió su joint venture con Ericsson, tomando el control completo de la compañía y presentó, durante el Mobile World Congress de Barcelona su primera familia de teléfono propia, los Sony Xperia.
La división de Home Entertainment de la compañía, responsable de sus televisores, entre otros, ha tenido una pérdida de 10.000 millones de yenes durante el trimestre, menos que los 13.600 millones del mismo periodo del año anterior. En cuando a las ventas de esta división, cayeron un 26% hasta los 251.800 millones de yenes.
Aunque hace años Sony fue uno de los principales referentes en televisores, cedió su puesto a compañías coreanas, como Samsung, que además es el principal vendedor de teléfonos móviles del mundo.