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Sony Mobile Communications, el negocio de teléfonos móviles de Sony tras la compra a Ericsson de su parte en la joint venture Sony Ericsson, planea el despido del 15% de su plantilla, o 1.000 empleados, para finales de maro de 2014 con el fin de recortar costes y volver a la rentabilidad.

Además, Sony Mobile Communications ha dicho que trasladará sus oficinas centrales de Lund, Suecia, a Tokio en próximo mes de octubre y cambiará la estructura global de sus centros de desarrollo en Japón, Suecia y China.

Fue a finales del año pasado cuando Sony formó Sony Mobile Communications con el fin de competir con Apple y Samsung en el mercado de smartphones.

La mayor parte de los despidos afectarán a las oficinas de la compañía en Lund, donde se recortarán 650 puestos de trabajo. No obstante, se mantendrá una plantilla de 2.000 personas que continuarán trabajando en el desarrollo de software y aplicaciones.

La noticia sobre los recortes se produce en un momento en el que Sony lucha por ganar competitividad en el mercado de electrónica de consumo en el que hace años fue rey indiscutible hasta que compañías como LG o Samsung, ambas coreanas, se fueron imponiendo.

En su primer trimestre fiscal, que finalizó el pasado 30 de junio, Sony tuvo una pérdida neta de 24.640 millones de yenes, ampliando los 15.500 millones de yenes que la compañía perdió en el mismo trimestre del año pasado.