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Aquellos que después de haberse comprado un PC con Windows 8 decidan que el sistema operativo no les gusta, podrán bajar de categoría y optar por Windows 7, o incluso por Vista. Así queda recogido en el acuerdo de licencias del sistema operativo que, como es lógico, no contempla la posibilidad de que se opte con Windows XP.

Los llamados Derechos de Downgrade, que permiten pasar de una versión más reciente a otra más antigua del software sin tener que pagar por las dos copias, están disponibles únicamente en Windows 8 Pro, de igual manera que sólo estuvieron disponibles en Windows 7 Professional.

“En lugar de utilizar el software Windows 8 Pro, puedes utilizar una de las siguientes versiones: Windows 7 Professional o Windows Vista Business”, puede leerse en el acuerdo de licencia para la versión de Windows 8 Pro que será instalado por los fabricantes de ordenadores, u OEMs, en los PCs nuevos.

Los Derechos de Downgrade se hicieron muy populares después del lanzamiento de Windows Vista cuando miles de usuarios frustrados optaron por abandonar esa versión y continuar utilizando Windows XP.

Normalmente estos derechos sólo están disponibles en las copias de Windows ofrecidas por los OEM, es decir las preinstaladas en un ordenador y parece que lo mismo ocurrirá en esta ocasión porque las versiones de Windows 8 Pro del canal retail no dicen nada sobre esta posibilidad.

Los ordenadores con Windows 8 Pro saldrán a la venta el próximo 26 de octubre.