Intel: “Windows 8 no está listo para salir al mercado”
Paul Otellini, CEO de Intel, se reunió en Taiwán con trabajadores de su planta, a los que comentó que Windows 8 aun tiene fallos y está listo para salir al mercado.
Aunque para Intel será muy importante el lanzamiento de Windows 8, puesto que su tecnología y estilo ayudarán a la creación de ultrabooks de nueva generación que podrían ayudar a aumentar las ventas, el CEO de la empresa, Paul Otellini, cree que el SO aún no está preparado.
El líder de la empresa de chips ha estado comentando con los empleados de la planta de Taiwán que cree que Windows 8 aún no está del todo listo y que aún quedan reformas por hacer en el software, según publica Bloomberg.
Aunque, el mismo Otellini dijo que es la decisión correcta la de la lanzar el sistema operativo antes de que esté completamente listo e ir haciendo mejores con el paso del tiempo.
Por su parte, Mark Martin, portavoz de Microsoft, dijo hace un tiempo que este es el sistema operativo de los lanzados por la empresa “más aprobado, revisado y listo de la historia“, tras contar con más de 16 millones de participantes activos para su vista previa.
Sin embargo, Otellini, está haciéndose eco de unas declaraciones realizadas por el analista Michael Cherry, en las que decía que mientras que la plataforma Windows es sólida, el sistema operativo no cuenta con una amplia gama de aplicaciones fuertes y los fabricantes de ordenadores no han tenido tiempo suficiente para solucionar los “problemillas” surgidos con los llamados conductores que conectan el software con diferetes equipos de hardware como las impresoras.
Sin embargo, esta es una práctica común. Dicen los expertos del mercado que los vendedores de tecnología a menudo liberan software antes de que esté totalmente listo y luego van haciendo ajustes sobre la marcha. Sin embargo, “la práctica puede ser contraproducente”. Por ejemplo, en el caso de Vista, una versión de Windows que fue considerada un fracaso para muchos y que se lanzó en 2007, se introdujeron los cambios con dos años de retraso.