La nueva generación Norton llega al mercado sin versión
Además de presentar sus nuevos productos de seguridad, Norton ha anunciado los datos de su nuevo estudio sobre el cibercrimen, con 565 millones de víctimas anuales.
Norton acaba de lanzar al mercado la nueva generación de Norton Antivirus, Norton Internet Security y Norton 360. Las dos primeras irían acompañadas del número 2013 y Norton 360 de v7, indicativo de la versión que alcanza cada una de las soluciones, pero la empresa de seguridad ha decidido simplificar y el usuario sólo verá el nombre del producto sabiendo que “siempre tendrá la versión más actualizada”, dice Roberto testa, director de marketing de consumo de Norton.
Tradicionalmente las nuevas versiones de los productos de seguridad llegaban al mercado por estas fechas con el año impreso en la caja. Esto llevó a que algunas empresas adelantaran el lanzamiento, a veces a antes del verano, de forma que cuando el usuario llegaba a la tienda veía productos de seguridad etiquetados con 2010 o 2011, dependiendo del fabricante. Es una estrategia de marketing válida, pero que traía de cabeza a los usuarios menos avanzados, que no entendían esta numeración. Además, en todos los casos, cuando un usuario se instala una solución de seguridad, recibe la última versión del producto y por tanto no tiene sentido esperar a que se lance la versión 2013, por ejemplo. Si a esto se le une que un cambio de versión conlleva una retirada de producto en el canal de distribución, Norton ha apostado por la simplicidad y el ahorro y elimina el número de versión de sus cajas.
Eliminar el número de versión de las cajas es algo que el canal “ha recibido muy bien”, ha dicho Salvador Tapia, responsable de Norton Iberia, que ha destacado no sólo la simplicidad sino el componente ecológico porque ahora no tiene que destruirse ninguna caja.
Pero esta no es la única novedad. La nueva generación Norton cuenta con cinco capas de protección patentadas así como una sólida protección para redes sociales, capacidades anti-scam y características de seguridad mejoradas para la nube; no hay que olvidar, por cierto, que están diseñadas para funcionar con Windows 8.
La protección social y el análisis de fraude son, en opinión de Roberto testa, dos características importantes de las nuevas versiones. Las nuevas defensas protegen a los consumidores de ataques e intentos de estafas en redes sociales, como likejacking, mensajes maliciosos, publicaciones y notificaciones; además, las unciones de protección contra intentos de estafa advierten a los usuarios a cerca de sitios potencialmente peligrosos nuevos o que no tienen una sólida reputación dentro de la comunidad de usuarios de Norton, que permiten a los usuarios guardar información personal como cuentas bancarias o de usuario y contraseña.
2012 Cibercrime Report
Un año más Norton ha ofrecido los datos recogidos en su informe anual sobre el cibercrimen, que se basa en la encuesta a 13.000 internautas adultos de 24 países. Algunas de las cifras, que también pueden verse en la infografía, son:
– El coste asociado al cibercrimen ascendió a 85.000 millones de euros el último año.
– Durante el último año 556 millones de adultos en el mundo (46%) ha sufrido el cibercrimen en alguna medida
– El coste financiero directo por víctima es de 152 euros.
– Uno de cada cinco adultos ha sido víctima o bien de cibercrimen en redes sociales o a través del dispositivo móvil.
– 15% de los usuarios de redes sociales informa que alguien ha hackeado su perfil y se han hecho pasar por ellos.
– 1 de cada 10 usuarios de redes sociales afirma que han sido víctimas de scam o enlaces falsos en las redes sociales.
La buena noticia, según Testa, es que el informe revela que la mayoría de los usuarios de internet “toman las medidas básicas para protegerse y proteger su información personal, como puede ser eliminar correo online sospechoso y siendo cuidadosos con la información que comparten online”. Al mismo tiempo, otras precauciones fundamentales están siendo ignoradas, ya que el 40% no utiliza contraseñas seguras o no cambia su contraseña con frecuencia, y más de un tercio no confirma si el icono del candado en el navegador está activo cuando introducen información personal como datos bancarios.