Con Broadwell se acaba el jugar con procesadores y placas base
El próximo chip de Intel, Broadwell, se ofrecerá como un producto BGA, lo que significa que llegará soldado en la placa base, y no para conectarlo a un socket.
Son muchos los analistas que auguran el fin del ordenador de sobremesa. Los avances en el sector han permitido que nos portátiles no sólo sean económicos, sino potentes, algo poco habitual hace unos cuantos años. Además, los cambios que está realizando Intel en la manera de conectar los procesadores con la placa de l circuito podría cambiar los ordenadores de sobremesa tal y como los conocemos hoy, algo que ocurrirá con Broadwell.
Actualmente los procesadores de los ordenadores de sobremesa se conectan a la placa base a través de un socket. Los OEM o los ‘frikis’ a los que les gustan montar sus propios ordenadores, sólo tienen que buscar que el procesador sea compatible con el socket para insertar el chip en el lugar adecuado.
Ahora lo que se planea es que este diseño podría desaparecer, lo que a su vez pondría en peligro el saludable mercado de componentes. Así lo asegura, al menos PC Perspective.
En esta publicación explican que los procesadores móviles están soldados directamente en la placa. El soldarlos es una ventaja debido al poco espacio que hay en estos terminales pero podría ser un desastre si esto se traslada al mercado de desktop, algo posible ahora que Intel –el rey de los procesadores para PC, se está centrando en el mercado de procesadores móviles.
Y eso es algo que podría estar ocurriendo en este mismo instante, según informa el site Semiaccurate. Broadwell es un chip de 14 nanometros que integrará diferentes funciones en el chip, lo que le convierte en un SoC (system on a chip). Se ofrecerá únicamente como un producto BGA, lo que significa que será soldado a la placa base y no vendrá preparado para conectarse a un socket. Broadwell es el sucesor de Haswell, de 22 nanómetros, que entre sus características están de la incorporar una CPU y los gráficos en el mismo chip.
El efecto más directo, según Semiaccurate, es que Broadwell, el sucesor de 14 nanómetros de la CPU Haswell, “acabará con los aficionados”. Las placas base seguirán existiendo, pero las CPU estarán soldadas a ellas. Esto no sólo significa que la gestión de inventario será mucho más complicada, sino que los integradores no volverán a comprar CPU.