La industria antivirus seguirá gozando de buena salud en 2013
Sólo un 8% de las empresas europeas reducirá su presupuesto en software antivirus y antimalware en 2013, según los datos de un estudio.
Cerca del 21% de los 250 profesionales de TI encuestados por el site de noticias Computer Weekly y Techtarget, planean incrementar el gasto en software antvirus y antimaleware en 2013 con respecto a este año, frente al 8% de empresas que dicen que reducirán sus presupuestos en estas áreas el próximo año.
En general el estudio demuestra que la mayoría de las empresas siguen buscando en estas tecnologías la defensa de sus empresas, a pesar de que se quedan cortas si no se ven acompañadas por otros complementos.
La mayoría de las organizaciones, un 71%, dicen que el gasto en tecnologías antimalware y antivirus no cambiará en 2013. Esto significa que planean mantener sus inversiones en estas áreas, y no que vayan a invertir en otras tecnologías de seguridad, dicen los autores del informe. Sí que demuestra que los usuarios se acomodan a lo que ya conocen.
Lo que sí ha llamado la atención de los investigadores es que el 3% de los encuestados aseguran que sus organizaciones no están utilizando antivirus ni antimalware, lo que es tremendamente preocupante, ya que aunque estas tecnologías no son suficientes para una protección total, sí que son parte importante de una estrategia de ciberseguridad.
El problema, según el informe, es que la mayoría de las empresas no cuentan con equipos de seguridad dedicados, y por tanto no tienen conocimientos suficientes de la complejidad de la seguridad. De forma que ya que una combinación de software antivirus y firewall ha demostrado ser suficiente en el pasado, se cree que no hay necesidad de cambiar.
Siguiendo con los datos del estudio, se pone de manifiesto que la mayor parte del gasto en tecnologías antivirus está centrada en el desktop (90%) y en entornos de servidor (84%). En comparación, sólo el 38% de las inversiones en antimalware se centran en entornos móviles, lo que indica que las empresas no se están tomando tan en serio como deberían la posibilidad de pérdida de datos a través de los smartphones o tabletas.