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En el mes de agosto del año 2011 Apple perdía a Ron Johnson como líder de sus tiendas físicas, ya que este decidía pasar a ser el  director ejecutivo de J.C. Penney. Desde entonces, la de Cupertino, no ha conseguido llenar ese vacío, ocupado durante unos meses por John Browett, anterior líder de Dixons Retail, pero sin éxito.

Sin embargo, a pesar de que Ron Johnson consiguió un gran triunfo con las Apple Stores, pero tras cerca de dos años en JC Penney la empresa ha decidido despedirle, unas semanas después de presentar unas ventas anuales un 25% por debajo de las obtenidas el pasado año.

El sucesor de Ron Johnson es, precisamente, su predecesor, Myron E. Ullman que, como explica Bloomberg, se enfrenta a varias decisiones difíciles, ya que tendrá que decidir si continua la estrategia de Johnson convertir la cadena en una colección de boutiques  o volver a un modelo de grandes almacenes más tradicional. Ullman también tendrá que considerar la posibilidad de vender la empresa o no. 

El 27 de febrero, JC Penney reportó unos ingresos anuales de 13.000 millones de dólares, lo que supone la cifra más baja desde 1987.  Ron Johnson, desde su llegada a la directiva de la empresa suprimió promociones típicas de esta empresa retailer, lo que le hizo perder a muchos de principales clientes, lo que llevó a Johnson a retomar esta práctica de descuentos. 

Ron Johnson fue el creador de todo el concepto de las Apple Stores y de las estaciones Genius Bar. El ejecutivo se unió a la empresa de Cupertino en el año 2000, después de que Steve Jobs llevara meses buscando al candidato ideal para este puesto.

En sus 11 años con Johnson como encargado de las ventas minoristas de Apple, se abrieron más de 300 tiendas en todo el mundo, las cuales generan unos ingresos muy importantes para el fabricante de iPhones.

Cuándo Johnson anunció su marcha de Apple y su traslado a JC Penney en julio, un artículo de The New York Times decía de él que era capaz de transformar el sector retailer en magia y capaz de convertir el hecho de comprar en algo divertido. Sin embargo, parece que los consumidores habituales del JC Penneys, más tradicionales que los de los productos de Apple, no han conseguido comprender la magia de Johnson.