La CE anuncia un plan de inversión para la innovación en hardware
La inversión no sólo está dedicada al hardware tradicional, sino que también busca fomentar iniciativas de transporte, equipos médicos o redes de energía.
La Comisión Europea acaba de anunciar una inversión para el sector tecnológico de la región que irá dedicado sobre todo al hardware y a mercados en crecimiento como es el de la nanoelectrónica. Concretamente, Bruselas invertirá 25.000 millones de euros, durante los próximos siete años, para atraer más la producción y la innovación en las áreas de componentes electrónicos y diseño de sistemas.
Entre los objetivos de la iniciativa está el de “revertir la disminución de la cuota global de la UE en los componentes electrónicos y el área de sistemas, mantener el liderazgo de Europa en ámbitos como los sistemas integrados, equipos de semiconductores y el suministro de materiales, el diseño de sistemas electrónicos complejos y de electrónica con componentes eficientes, para mejorar el medio ambiente, aumentar la eficiencia energética, aumentar la seguridad, y para fomentar la innovación en áreas novedosas como los sistemas físicos cibernéticos”.
Añade la publicación TechCrunch que esta iniciativa de la CE “va más allá de lo que se considera tradicionalmente como la tecnología de la electrónica de consumo” y es que la inversión también va dirigida a la innovación en el sector automovilístico, en aviones, trenes, equipos médicos y de salud, electrodomésticos, redes de energía y sistemas de seguridad que se beneficiarán de las capacidades avanzadas de Europa”.
Europa busca que las empresas de hardware en la región, como Nokia y Ericsson, por ejemplo, puedan ser capaces de competir con las compañías asiáticas, en constante evolución.
Las primeras inversiones comenzarán a principios de 2014 con un presupuesto de 4.800 millones de euros.
La CE recuerda que esta no es la primera vez que el grupo de los ahora 28 fomenta el sector tecnológico con inversiones del estilo y ha recordado que ya existen dos programas que se describe como Iniciativas Tecnológicas Conjuntas con un costo total de más de 2.800 millones de euros y una financiación pública de 1.126 millones de euros, con más de 2.000 organizaciones no gubernamentales, de las cuales alrededor del 40 por ciento son pymes, 30% las grandes empresas y el 30% restante son firmas de investigación y de educación superior.