“Las empresas tecnológicas dominarán el futuro financiero”
Los analistas creen que empresas como Google y PayPal están mejor posicionadas que los bancos en el sector financiero para afrontar los nuevos retos.
Una consultora australiana afirma que las empresas de tecnología podrían llegar a ser quienes dominen la industria de los servicios financieros y bancarios, ya que están en una buena posición para conectar la tecnología con la experiencia de los clientes.
De acuerdo con una ponencia de Michael Gindy, CTO de Seguros Australia, ” mientras que los bancos tienen que lidiar con los sistemas de banca más anticuados, los nuevos operadores pueden utilizar nuevos servicios como el cloud computing para escalar rápidamente y responder a las necesidades del cliente con más agilidad”.
Como publica ZDnet, el componente crítico para el éxito en el sector de servicios financieros en el futuro es conseguir conectar con la tecnología centrada en el cliente, algo, según declaró Gindy, “que los grandes gigantes de la tecnología, tales como Google, son capaces de hacer”.
Por ello, dice el portavoz de la firma de seguros que as entidades financieras deberían preocuparse, cuando piensen en competencia, de los servicios que ofrecen empresas como la Mountain View o PayPal., “porque tienen buena participación en el mercado y, sobre todo, cuentan con la atención de las nuevas generaciones“.
Por su parte, Alvin Singh, fundador de Pocketbook, dijo en el mismo encuentro que “si nos fijamos en lo que está sucediendo en la industria de pagos, los nuevos competidores que están llegando son empresas de tecnología” que llegan con nuevas propuestas, adaptadas al mundo actual, y “están alterando el sector bancario”.
Esta no es la primera vez que las empresas de servicios financieros han expresado su preocupación por las empresas de tecnología que invaden su territorio. Los bancos reconocen que es fundamental para su futuro buscar la asociación con compañías tecnológicas que comercialicen servicios innovadores, aunque los analistas criticas que las entidades financieras tradicionales se muestran cautelosas a la hora de innovar.