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Hace tiempo que desde la Comisión Europea se está pidiendo que se pongan fin a las tarifas de itinerancia, o roaming, que se cobran a los usuarios cuando realizan llamadas fuera del país de origen en el que ha contratado el servicio.

Ahora se quiere ir un paso más allá y que los mismos servicios tengan los mismos precios, o similares, en todos los países de la Unión.

La propuesta se ha hecho después de haber realizado un estudio que muestra las enormes diferencias de algunos de los servicios, como las llamadas móviles, en las que hay hasta un 774% de diferencia entre Lituania, el país más barato, y Holanda, el más caro.

El estudio dice además que la diferencia de precio no puede ser explicada por diferencias en la calidad, el coste para proveer el servicio, o la capacidad de compra de los consumidores entre los países.

Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea, aseguraba en un discurso que los datos muestran que los 28 mercados de telecomunicaciones nacionales que hay en Europa no están beneficiando a los consumidores como debería hacerlo un mercado único. “Es de suma importancia para toda Europa crear un mercado único real para lograr un continente verdaderamente conectado”, decía Kroes.

Otra de las mediciones se ha centrado en el iPad, que ofrece una diferencia de precio máxima del 11% si se compra en un país u otro.

Está previsto que el septiembre Neelie Kroes presente un nuevo paquete de medidas destinado a reforzar el mercado único de las telecomunicaciones.