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La regulación  de la Unión Europea que exige que tanto los operadores como los proveedores de servicios, o ISP, informen de una brecha de seguridad entra en vigor el próximo domingo, 25 de agosto. Estas empresas tendrán que notificar a las autoridades nacionales cualquier robo, pérdida o acceso no autorizado a los datos de sus datos, incluidos el correo electrónico, los datos de las llamadas y las direcciones IP. Y hacerlo en 24 horas.

Los detalles relacionados con cualquier incidente, incluido el tiempo y circunstancias de una brecha de seguridad, su naturaleza y los datos expuestos, así como las posibles consecuencias de la brecha, deben ser reportados.

Este reglamento entra en vigor antes que una propuesta más amplia, un borrador sobre la nueva Ley de Protección de Datos que exigirá una respuesta similar por parte de todas las empresas que gestionan datos personales de los clientes, y no sólo de las telcos e ISP.

En este caso, no obstante, se ha planteado la posibilidad de que muchas empresas ni siquiera sean conscientes de que han sufrido una brecha de seguridad.