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Durante el tercer trimestre de este año, finalizado el pasado 28 de septiembre, AMD ha conseguido un beneficio neto de 48 millones de dólares, mucho mejor que los 157 millones de dólares que la compañía perdió en el mismo periodo del año anterior, según los resultados presentados la semana pasada.

En cuanto a los ingresos, fueron de 1.460 millones de dólares, mejor que los 1.270 millones del tercer trimestre del año pasado. Los analistas, además, habían previsto que AMD alcanzara unos ingresos de 1.420 millones de dólares.

El crecimiento de ingresos procede del negocio de chips personalizados de la compañía, estableció el año pasado para hacer procesadores para consolas y otros productos que no sean ordenadores. Los chips de AMD se utilizan en la Xbox One de Microsoft y en la PlayStation 4 de Sony, que llegarán al mercado a finales de este año.

Los ingresos de este negocio de chips semi-personalizados crecieron un 26% comparado con el segundo trimestre de hace un año. Se espera que este negocio contabilizará un 50% de los ingresos en los próximos dos años.

Y mientras que esta unidad de negocio ha florecido, la de PC ha decrecido. Los ingresos de Computing Solutions, que es el encargado de gestionar los chips para ordenadores, fueron de 790 millones de dólares, un 15% menos que hace un año. La compañía también ha conseguido un buen crecimiento en su negocio de chips gráficos.

AMD ha pasado unos años de fuerte restructuración bajo la dirección de Rory Read. La compañía despidió al 15% de su plantilla el pasado mes de octubre y diversificó su oferta en nuevas áreas que ayudarán a la compañía a crecer. Además de esos chips personalizados, ÁMD buscará el crecimiento en portátiles de bajo consumo, tabletas, servidores y productos gráficos, explicó el CEO de la empresa durante la presentación de resultados.

Hace dos años entre el 90% y el 95% de los ingresos de AMD procedían del mercado de ordenadores, ahora eso es historia.