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Acer pesentaba la semana pasada los resultados correspondientes a su cuarto trimestre, cuando la compañía ha perdido 7.600 millones de dólares de Taiwán (251 millones de dólares) debido a la desaceleración de la venta de ordenadores. El mercado preveía pérdidas por valor de 3.690 millones de dólares de Taiwán (122,66 millones de dólares). La situación ha llevado a que los ejecutivos senior de Acer hayan acodado reducir su sueldo un 30%.

Se trata del tercer trimestre consecutivo de pérdidas netas para Acer. Durante el pasado trimestre la compañía perdió 13.120 millones de dólares de Taiwán, mientras que en el segundo las pérdidas netas alcanzaron los 3.370 millones de dólares de Taiwán.

Durante el cuarto trimestre la facturación de la compañía fue de 86.700 millones de dólares taiwaneses, frente a los 102.500 millones del mismo periodo del año anterior.

La compañía ha explicado que parte de las pérdidas se deben a la cancelación de 1.300 millones de dólares taiwaneses relacionadas con inventarios de materias primas y otros costes.

La crisis y la pasión de los consumidores por los tabletas han afectado duramente a los fabricantes de ordenadores; no sólo a Acer, sino a Dell o HP. Acer ha respondido a las nuevas demandas con tabletas, smartphones y ordenadores de bajo coste, pero la competencia es dura; además, hay que tener en cuenta que las ventas tanto de ultrabooks como de ordenadores basados en Windows 8 no han sido tan altas como lo esperado.

Los resultados de hacer no sólo han llevado a que los ejecutivos de la compañía hayan acordado reducirse el sueldo, sino a la dimisión del CEO de la compañía el pasado mes de noviembre. El mes pasado se nombró a Jason Chen como CEO de Acer para revivir la empresa; entre sus planes está desarrollar productos cloud personalizados que funcionarán con sus notebooks, tabletas y smartphones. Che aseguraba que gracias al software los usuarios podrán almacenar y compartir contenidos entre dispositivos más fácilmente.