La operadora española Jazztel podría caer en manos de Orange por 3.400 millones de euros
Tras meses de rumores, anoche se confirmaba el interés real de Orange por Jazztel. Pone sobre la mesa alrededor de 3.400 millones de euros para hacerse con el 100% de las acciones de la operadora de telecomunicaciones española.
Tal y como se esperaba, Orange ha movido ficha. Tras la adquisición de Ono por parte de Vodafone por 7.200 millones de euros, todo apuntaba a que la operadora francesa se haría tarde o temprano con Jazztel para continuar luchando por el mercado español, al que considera prioritario.
Desde anoche, la oferta está sobre la mesa: unos 3.400 millones de euros, es decir, 13 euros por acción, con una prima de más del 8,1% sobre la cotización del lunes. Además, supone, como comentan desde Orange, una prima del 34% sobre el precio medio ponderado de los últimos 30 días de cotización.
La operación se enmarca dentro de la lucha que están llevando a cabo Vodafone y Orange por el segundo puesto en el mercado español de telecomunicaciones. Con la adquisición de Ono por la operadora británica, Orange quedaba algo rezagada, pero, tras esta oferta a, ambas firmas contarán con una base de clientes similar, que ronda los 17 millones entre usuarios de telefonía fija y móvil.
En concreto, las cifras de clientes que se barajan que aporte Jazztel a Orange pasa por 1,5 millones de banda ancha y 1,54 millones de telefonía móvil, mientras que la nueva compañía conjunta permitirá generar una sinergias de 1.300 millones de euros.
La operación está condicionada por tres puntos para llegar a buen término: las aprobaciones regulatorias pertinentes, la aceptación del 50,01% del capital social (sin computar las de su presidente y primer accionista, Leopoldo Fernández Pujals), y que no se apruebe la posible adquisición de Yoigo por los órganos de gobierno de la operadora española.
Es Yoigo, precisamente, la mayor perjudicada por la OPA a Jazztel, puesto que ambas estaban pendientes de la posible compra de la filial de TeliaSonera por la firma española. Una adquisición que ya no se producirá y que empequeñece a esta compañía aún más frente a los tres grandes conglomerados del sector: Movistar, Vodafone y Orange.