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No cabe duda de que la seguridad se ha convertido en el activo más importante de cualquier empresa. Convertidos en regentes de un negocio que genera más dinero que el mercado de las drogas, los ciberdelincuentes afilan sus armas para atacar todo tipo de empresas, sin importar su tamaño ni tener en cuenta afiliaciones políticas, nacionales o sectoriales. Al mismo tiempo el endpoint se ha hecho cada vez más inteligente, cada vez más conectado, cada vez más móvil… cada vez más vulnerable, protegido por soluciones que a duras penas protegen de ataques pinpoint o de las temidas amenazas persistentes avanzadas (APT).

Y Palo Alto Networks, que revolucionó el mercado hace unos años con una propuesta de seguridad perimetral diferente, quiere repetir el éxito con Traps, que es como ha bautizado a su tecnología para la seguridad del endpoint.

Acaba de anunciarlo en su página web, donde asegura que Traps Advanced Endpoint Protection está “diseñada para prevenir sofisticados ataques contra el endpoint”, evitando los equipos de TI de seguridad la tarea, siempre engorrosa, de adoptar medidas de remediación, aplicar parches o de recuperación de la información.

Traps se aprovecha de la tecnología conseguida con la compra de Cyvera, combinando una seguridad inteligente con una respuesta automatiza –ahí es nada, para solucionar amenazas de malware sin tener que basarse en firmas o tecnologías heurísticas.

Dice Palo Alto que los productos de seguridad endpoint heredados requieren un conocimiento mínimo de una amenaza antes de que llegue para así poder evitarla, y que por tanto sólo la identifica cuando el endpoint ya está comprometido. Es la eterna lucha de las empresas de seguridad, que han hecho uso de tecnologías heurístias y de estudio de comportamiento para detectar cualquier movimiento extraño que les permita adelantarse, y que la amenaza se quede sólo en eso, en una amenaza, sin pasar a la fase de ataque.

Se trata de un “modelo reactivo” difícil de gestionar cuando diariamente aparecen miles de nuevos malware y se detectan cientos de vulnerabilidades que convierten al endpoint en un coladero.

La propuesta de Palo Alto con Traps es un “modelo reactivo” que impide que se ataque el endpoint al detener malware desconocido y hasta exploits de Día Cero –que ni siquiera se han detectado, antes de que cometan ningún daño.

Y hay más, porque Traps añade un componente de automatización verdaderamente útil para el CIO. “El diferenciador clave de Traps es su capacidad para automatizar el proceso de protección del endpotin”, asegura Golan Ben-Oni, CSO y SVP Network Architecture de IDT.

En su comunicado la compañía también asegura que la integración de Traps con Palo Alto Networks Threat Intelligence Cloud une bajo una arquitectura común la seguridad de red con la del endpoint.

Ofrecido como un servicio de suscripción, Traps Advanced Endpoint Protection, está disponible a través del canal de distribución de la compañía.