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Canalys calcula que el pasado año se vendieron unas 133.000 impresoras 3D, un aumento del 68% frente a las ventas de 2013, lo que derivó en  ha derivado en 3.300 millones de dólares en ingresos no solo por impresoras, sino también por los complementos de estos dispositivos. Destaca la consultora que solo en el último trimestre se vendieron más de 1.000 millones de dólares en este mercado.

“Como esperábamos, la temporada de vacaciones registró el crecimiento más significativo, sobre todo en el segmento de consumo, ya que muchos usuarios compraron su primera impresora 3D”. Las razones, de acuerdo con los analistas, fueron “una combinación de la caída de precios, una gama más amplia de tecnologías en el mercado y la mejora de la velocidad de impresión ayudó a alimentar esta demanda”.

Las ventas en la región EMEA representan el 31%de las ventas totales registradas en el año 2014.

Aproximadamente tres cuartas partes de todas las impresoras 3D adquiridas en el cuarto trimestre de 2014 tenía un coste inferior a 10.000 dólares. ‘Según los expertos de Canalys, “hubo un gran crecimiento crecimiento para los fabricantes de impresoras 3D dedicads al mercado de consumo como son MakerBot y Ultimaker, y también un aumento sustancial en el número de envíos de los proveedores chinos, como XYZPrinting, que se han beneficiado de la creación de las impresoras 3D a precios bajos”.

Muchas empresas de impresión en 3D han comenzado a incrementar su gasto en investigación y desarrollo para prepararse para la llegada de HP al mercado en 2016. Pero también hemos visto las compañías de tecnología más tradicionales comienzan a entrar en este mercado. Así,  Intel se ha convertido en un fabricante importante aquí en una amplia gama de capacidades, desde el abastecimiento del procesador i7 para la próxima impresora de HP Multi Jet Fusión, a la aplicación de sus cámaras 3D REALSENSE en los teléfonos inteligentes y tabletas, como el Dell Venue Pro 8000.