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Mozilla se une a la corriente de empresas que buscan un Internet cifrado después de que los desarrolladores del navegador Mozilla Firefox hayan creado una nueva característica llamada Opportunistic Encryption (OE) capaz de proteger las conexiones incluso cuando los servidores no soporten el protocolo HTTPS.

Esta nueva opción está incluida en el último lanzamiento del navegador, Firefox 37.

Opportunistic Encryption (OE) queda a medio camino entre no tener nada y contar con la protección de HTTPS, capaz de proteger contra los llamados ataques Man-in-the-middle. Así lo explicaba, al menos, Patrick McManus, desarrollador de Mozilla, en su blog.

Según McManus, Opportunistic Encryption (OE) busca mejorar las propiedades de transporte de los recursos HTTP; “no se trata de una solución mejor que Transport Layer Security (TLS), “pero este estándar elimina casi todas las barreras para el cifrado del tráfico web”, y aunque no resistiría un ataque, sí que mantiene los datos a salvo de miradas ajenas.

A diferencia de HTTPS, OE utiliza una conexión cifrada no autenticada, lo que quiere decir que no hay un certificado de seguridad. Cuando se utiliza Opportunistic Encryption (OE), Firefox sólo es una parte de la ecuación, de forma que los responsables de los sitios web tendrán que poner en marcha la opción en sus sites para que el cifrado funcione.

El anuncio de Firefox se produce una semana después de que Interpol reconociera que las técnicas de cifrado, que hace que las comunicaciones sean más seguras, también impiden a los organismos de seguridad monitorizar actividades terroristas, entre otras.

Y lo cierto es que desde que se destapara el escándalo de as escuchas ilegales de organismos como la NSA, el uso del cifrado está creciendo, previendo un Internet totalmente cifrado.

Como se explicaba en SiliconWeek.es hace una semana, el mercado de cifrado por hardware crecerá una media anual del 62,17% entre 2013 y 2018, según datos de Marketsandmarkets.

Recordamos también la entrevista realizada a Alberto Cita, director preventa de Blue Coat para el Sur de Europa, que reconocía que la gestión del tráfico cifrado se ha convertido en el nuevo reto de la seguridad.