A principios de este año, un estudio de la consultora ABI Research calculaba que el mercado de la biometría podría generar una facturación de 3.100 millones de dólares, en este año 2015 y la mayor parte del dinero llegará de la instalación de sensores de huellas dactilares en los smartphones.
A pesar de que ya hay firmas consolidadas en este mercado, el crecimiento que este sector supondrá una gran oportunidad de mercado para las empresas del canal. Se visualiza como esa herramienta que aportará una mayor seguridad al uso de la tecnología, un tema que preocupa mucho en la actualidad, tanto a usuarios como a empresas y es que la biometría es el estudio de métodos automáticos para el reconocimiento único de humanos basados en uno o más rasgos conductuales, como pueden ser las pulsaciones cardíacas; o rasgos físicos, como puede ser el rostro, la palma de la mano o la huella dactilar. Esta tecnología lleva décadas desarrollándose, pero normalmente se implementaba en centros de alto rendimiento, como por ejemplo, para poder acceder a ciertas salas. Fue recientemente que esta comenzó a aplicarse en el mercado de gran consumo, como en smartphones.
Por todo ello, ChannelBiz analiza qué es la biometría, qué usos tiene en la tecnología y qué oportunidades supone para las empresas y también qué ventajas y novedades aportará a las ventas minoristas, tanto físicas como online.
Uno de los usos más conocidos y que lleva tiempo implementándose es dentro de edificios donde se utiliza la tecnología biométrica para los accesos de entrada. De hecho, actualmente el acceso a edificios y oficinas es el uso principal de esta tecnología. Y es que las tecnologías biométricas permiten accesos seguros sin la presencia de un guardia de seguridad.
Por su parte, últimamente, se habla mucho de seguridad cuando se menciona la biometría. Los expertos llevan tiempo advirtiéndolo: para que una contraseña sea realmente segura, se precisa que esta sea casi incomprensible, puesto que para un hacker es fácil descifrar las contraseñas de números y letras que normalmente usamos. Así que, con un sistema de biometría, las contraseñas, para el acceso a aplicaciones, dispositivos, computadores u otros similares, no harían falta, puesto que el acceso a estos sería más personalizado y, por tanto, más seguro.
Fue Apple la primera marca en introducir un lector de huella dactilar, el Touch ID, en su iPhone 5S lanzado en 2013, algo que ha continuado haciendo con los modelos presentados posteriormente. Y, gracias a esta iniciativa, los sistemas biométricos experimentaron un auge notable durante 2014 con la incorporación de esta tecnología a los smartphones, según un informe hecho público por la compañía Ericsson. Ahora se ha sabido que, más allá de la huella dactilar, un grupo de investigadores de Yahoo! Labs trabaja en un lector biométrico que permite utilizar la oreja del usuario como llave de acceso a su dispositivo móvil, para que cuando un usuario quiera realizar una llamada, el dispositivo reconozca las formas y particularidades de la oreja del usuario, dándole acceso a su terminal.
Una vez dentro del teléfono, se están desarrollando soluciones que permitan al usuario acceder a las diversas aplicaciones de su Smartphone (redes sociales, webs de ecommerce, correo electrónico, banca online…) sin la necesidad de introducir sus contraseñas cada vez que lo haga.
Otro uso de la biometría que va en crecimiento es el de la seguridad nacional. Aeropuertos de muchos países ya cuentan con sistemas basados en el reconocimiento de rasgos faciales del ciudadano o de su huella dactilar para poder así conocer datos sobre la persona a su entrada o salida de un país.
Esta tecnología que permite reconocer a las personas de un modo acertado, también será muy útil para el mercado minorista, tanto para las ventas online como en tiendas físicas.
Además, para las tiendas físicas, teniendo en cuenta que, desde hace ya varios años, se están desarrollando diferentes herramientas y soluciones que permitan al usuario pagar con su smartphone, y la biometría podría jugar un papel fundamental en su impulso. A pesar de la variedad de tecnologías existentes, aún poco conocido entre la mayoría de la población. Si los usuarios se sienten más seguros podrían aumentar la adopción de esta tecnología para abonar las compras o incluso sin el celular en la mano.
Como ejemplos ya en el mercado, podemos recordar la creación de un grupo de estudiantes de la Universidad sueca de Lund que hace un par de años diseñó un nuevo sistema biométrico de pago. Gracias a este sistema los pagos pueden realizarse, simplemente, presionando un aparato con la palma de la mano e incluyendo los últimos cuatro números de su teléfono móvil- Este sistema se llama Quixter.
La biometría también se ha usado para hacer más seguro el pago con tarjeta. Un ejemplo es PayTouch, un sistema mediante el que los usuarios deben registrarse una sola vez en el sistema (de forma presencial o a través de la web) y vincular sus huellas dactilares a una o varias tarjetas de crédito o de débito para poder pagar, en veces posteriores, solo ponindo su dedo en un dispositivo.
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