Pop-up Stores: las ventas efímeras que dejan ganas de más
Para empresas que ya tienen presencia de ventas, las Pop up Stores ayudan a fomentar así la omnicanalidad y atraer a un nuevo estilo de clientes. Para pequeños productores, se presentan como una forma de conocer hasta qué punto un nuevo mercado aceptará estos productos.
Las Pop Up Stores, conocidas también como tiendas temporales, y cuyo concepto surgió en Estados Unidos y otros países anglosajones a comienzos de este Siglo XXI, se están poniendo poco a poco de moda en España. Dan la oportunidad a un fabricante, diseñador o minorista de mostrar sus productos durante un tiempo limitado a los clientes.
Una Pop Up Shop es un espacio comercial temporal, que permite a las marcas tener una presencia en los sitios más emblemáticos y cotizados de las ciudades, puesto que siempre se eligen este estilo de espacio y ampliar su presencia en el mercado durante un tiempo determinado.
Es una idea propia del marketing experimental, ofreciendo a las empresas un canal directo de venta y la posibilidad de descubrir nuevos mercados sin la necesidad de instalar una tienda sin conocer bien a su público objetivo.
Explica Daniel Aguirre, SEO de la empresa Pop Up Store Spain, que facilita este tipo de operaciones a aquellos que estén interesados, este estido de tiendas “son temporales y permiten a las marcas tener una presencia en los sitios más emblemáticos y cotizados de las ciudades y ampliar su presencia en el mercado durante un tiempo determinado”. PopUpStoreSpain fue creado en Barcelona en el año 2007 y desde hace 4 años ha instalado su sede en Madrid. El objetivo de esta compañía es el de ayudar a sus socios minoristas a “exhibir un producto para darlo a conocer, testear el mercado sobre la viabilidad de una marca. Y por supuesto, rematar stocks”.
En España, para poner un ejemplo, es común, en los centros comerciales, ver quioscos de de productos concretos. En muchas ocasiones estos pueden ser Pop up Stores. La idea original la puso en marcha la firma Vacant. El objetivo era la venta de productos de edición limitada en una zona determinada y una vez realizada la venta, moverse a otro punto del país.
Para empresas que ya tienen presencia de ventas en tiendas físicas u online, las Pop up Stores se presentan como un refuerzo para fomentar así la omnicanalidad y atraer a un nuevo estilo de clientes o llegar a más personas. Para pequeños productores, diseñadores o creadores, este tipo de locales se presenta como una forma de conocer hasta qué punto un nuevo mercado aceptará estos productos o servicios, antes de realizar una gran inversión para abrir una tienda, sin ser conscientes de la realidad del mercado.
Ventajas para el minorista
Estas Pop up Stores se presentan a los vendedores retail como una oportunidad para mostrar a los clientes las creaciones o productos, por un espacio de tiempo concreto. Por un lado, son un concepto novedoso que puede ser muy atractivo para el consumidor, que va en busca de cosas nuevas en este mundo tan saturado en el mercado de consumo. Además, explican los expertos, “el carácter temporal de una Pop Up Shop crea un sentido de urgencia entre los consumidores que los lleva a comprar en el momento”, a no esperar a una ocasión mejor.
Otro asunto muy destacado es que permite llegar a un nuevo grupo de clientes sin la inversión que requiere abrir una tienda permanente. Así, si un vendedor quiere llegar a cierto público pero sin la necesidad de abrir una tienda, con todo el compromiso que esto supone a largo plazo, puede usar un espacio existente para instalar por unos días o semanas su Pop up Store. Por ejemplo, llegar a los ciudadanos que unos días van a sus vacaciones playeras o a disfrutar de la nieve en invierno, fuera de la ciudad donde viven habitualmente.
Por otro lado, de acuerdo con Catalina Pons, gerente de marketing para Pop Up Shops Events to Sell, “estas tiendas permiten un enfoque más selectivo para las ventas” y es que “la marca sólo se compromete por un período corto de tiempo, lo que significa la posibilidad de adaptarse a los cambios en sus planes de marketing y de negocios”. Una posibilidad que se ofrece es que “una Pop Up Shop cuando se espera que el tráfico y las ventas sean altos y luego cerrarla durante los meses más flojos“.
¿Y lo negativo?
Una de las desventajas de las que hablan los expertos en ventas minoristas es la dificultad para conseguir personal idóneo para trabajar por un período corto. Además por otro lado, si se trata de una empresa que vende de forma común en otros locales, el hecho de contar una Pop up Store podría hacerle la competencia a su propia marca, restando tráfico a otras tiendas o a las web de ventas online de los mismos productos.
Otra desventaja puede ser que hablamos de periodos de tiempo muy reducidos, por lo que no se sabe hasta qué punto se fideliza a un cliente y es que hay expertos que hablan de la posibilidad de olvidarse de la la marca. Por esto, es indispensable es crear una experiencia insuperable de compra y dar una sensación al cliente de exclusividad.
Ejemplos prácticos
Hay centros comerciales con espacios dedicados a estas tiendas temporales, pero también hay cafeterías o pequeñas tiendas en las ciudad que permiten que haya quien muestren sus creacione sy productos dentro de sus instlaciones o también existe la posibilidad de instalar pequeñas tiendas en la calle, aunque esto es más costoso, puesto que hay que invertir en estas instalaciones.
Dice Daniel Aguirre, SEO de la empresa Pop Up Store Spain, que es necesario distinguir entre mercadillos, muy populares en España, y este otro concepto de tiendas. Y es que, dice el experto, para simplificar, se puede explicar que las Pop up Stores son “lo que fue de toda la vida un mercadillo de pueblo pero en ciudad y en sitios con “glamour””. De hecho, suelen estar destinados a productos exclusivos, como moda alternativa y de diseñadores, muebles vintage, cosmetica y hasta de ergonomía para el hogar, dice Aguirre.
Un ejemplo de Pop up Store reciente fue el promovido por Privalia, firma de ventas online, que vende ropa en outlet de marcas, y que desde las instalaciones del Museu Marítim de Barcelona (zona Drassanes), realizó un encuentro solidario, con el objetivo de poder llegar a más clientes, más allá de aquellos que acceden a su tienda en Internet. Otro ejemplo de tantos lo protagonizó la fira de venta de lencería Calzedonia que abrió durante este verano en la isla de Formentera una Pop up Store en plena calle para vender trajes de baño.
Otra idea: muchas veces, estas Pop-up stores se acompañan de experiencias análogas, como puede ser un regalo especial al cliente, ofrecer talleres para aprender sobre algo que esté de moda, u ofrecer produtos totalmente exclusivos. Adidas instaló una de estas tiendas en el Passeig de Gràcia, en Barcelona, que ofrecía a sus seguidores unas botas exclusivas diseñadas por Leo Messi.