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Normalmente los resultados económicos de un fabricante de procesadores se miran con más atención porque son un indicador de la salud de varios sectores. En el caso de Nvidia no sólo del mercado de juegos, sino de las nuevas propuestas de computación mejorada por gráficos, o del Deep Learning, un segmento de la Inteligencia Artificial (IA) en que se focalizan cada vez más fabricantes de procesadores, como ha quedado demostrado esta misma semana el anuncio de la compra de Nervana por arte de Intel.

Durante su segundo trimestre, finalizado el pasado 31 de julio, Nvidia facturó 1.430 millones de dólares, un 24% más que los 1.150 millones del mismo periodo del año anterior, y un 9% más si se compara con el trimestre anterior.

En cuanto al beneficio neto, ha sido de 253 millones de dólares, un 29% más que en el segundo trimestre de 2015.

La demanda de la generación de GPUs Pascal y el creciente interés del Deep learning han permitido a la compañía conseguir “resultados record”, ha dicho Jen-Hsun Huang, co-fundador y CEO de Nvidia. Dice también el directivo que la estrategia de la compañía busca un futuro en el que los gráficos, la visión artificial y la inteligencia artificial convergen hacia las plataformas especializadas de la compañía: Gaming, Pro Visualization, Datacenter y Automoción.

Nvidia ha estado reforzando su estrategia de Deep learning durante el año pasado. La compañía anunció el pasado mes de noviembre una plataforma para el centro de datos hyperscale que busca que los desarrolladores creen redes y aplicaciones inteligentes utilizando técnicas de inteligencia artificial.