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A estas alturas, está claro que nos hemos metido en la era de la transformación digital. Las empresas de todos los tamaños y en todas las industrias no pueden pasar por alto esta evolución tecnológica porque corren el riesgo de no poder competir de forma ágil en el mercado y, en consecuencia,  desaparecer.

¿Cómo pueden las empresas de canal y los ISVs liderar la transformación digital?

El canal puede ayudar a los responsables de negocio en la transformación digital en sus nichos verticales. De acuerdo con un estudio de CompTIA, ya el 36% de las organizaciones esperan que los proveedores de soluciones se beneficien del IoT a la hora de implementarlo, por ejemplo.

Sin embargo, antes de orientar a los clientes, las empresas de canal deben educarse y los proveedores de soluciones estar listos para ayudar.  Hay tres grandes estrategias que se están siguiendo.

 El negocio digital puede ser un departamento de marketing, aprovechando el poder de las redes sociales, el mercado móvil y las soluciones de analítica para enviar el mensaje correcto a la persona adecuada en el momento preciso, esencialmente transformando la experiencia del cliente.

Esta transformación es tan profunda e impactante que Gartner prevé que el presupuesto tecnológico de los CMO supere al de los CIO este año. Unos 4.000 vendedores de tecnología de marketing han inundado el mercado en los últimos años, incluyendo gigantes como Oracle, Adobe, Salesforce e IBM.

El negocio digital puede ser un equipo de desarrollo de productos que implanta el Internet de las Cosas (IoT) en productos, sensores para recopilar y analizar los datos- para entender mejor las características que se están utilizando más o cuándo los productos pueden fallar-. Esto puede conducir a nuevos tipos de productos o cambios en el modelo de negocio de vender productos a alquilarlos.

El negocio digital puede ser un grupo de operaciones que analiza los datos de las máquinas equipadas con IoT y orientar en la toma de decisiones para optimizar las operaciones. “El mantenimiento predictivo, por ejemplo, puede reducir el tiempo de inactividad en un 50%, extender la vida útil de la máquina y reducir la inversión de equipos y capital hasta en un 5%. Las empresas podrán ahorrar hasta 630.000 millones de dólares para 2025″, según los datos de la consultora McKinsey.