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Bloomberg, CRN o The Register son algunos de los medios de comunicación que recogen los rumores de una posible venta de Citrix, especulaciones que, como poco y por ahora, han hecho subir las acciones de la compañía desde los 79 dólares a los 87 dólares el título.

Todo se inicia a mediados de 2015, cuando la firma de inversión Elliot Management compra una participación en Citrix que le permite sentarse en la cúpula directiva y promover la venta del negocio GoTo a LogMeIn por 1.800 millones de dólares. Vuelta a los beneficios, la compañía ha tomado algunas decisiones aplaudidas por el mercado, como apostar por la seguridad, crear una sólida oferta de herramientas de gestión de aplicaciones móviles y convertirse en uno de los proveedores de referencia de ADC (application delivery controllers) para Cisco.

Pero mientras todo esto se cocía a fuego lento en las cocinas de Citrix, la compañía mantenía a Goldman Sach buscando opciones, según Bloomberg. Y lo que esta semana trasciende es que Goldman Sachs está explorando un acuerdo de compra, sin que por el momento esté claro que la venta sea a otra empresa tecnológica o a otro fondo de inversión.

El hecho es que de nuevo vuelve a apuntarse a Microsoft como posible comprador. Quién sabe si el hecho de que el CEO de Citrix desde enero de 2016, Kirill Tartarinov, sea un antiguo ejecutivo de la compañía.

Hace casi una década que muchos analistas esperan que Microsoft compre Citrix. Las compañías colaboran desde hace años en servicios de desktop remoto y recientemente han estado trabajando juntas en una propuesta de Windows 10 en Azure y la sustitución de Microsoft Azure RemoteApp. Lo que cabría pensar es que un posible acuerdo de compra tiene más sentido ahora del que ha tenido durante todos estos años.

Hay quien apunta a VMware como posible comprador y quien dice que una propuesta que incluyera a Huawei, con cada vez más pretensiones en el mercado de software empresarial, tendría aún más sentido.