Tras la entrada en vigor de la Cloud Act (Ley de la nube de EE. UU.), se han escuchado (y aún se escuchan) ciertas inquietudes sobre la soberanía de los datos, pero las consecuencias de esta ley todavía son minimizadas con demasiada frecuencia.
On June 26th, the French Member of Parliament Raphaël Gauvain presented to the Prime Minister a report entitled “Restoring the France & Europe sovereignty, and protecting our companies from laws and measures with extraterritorial scope”, which clearly sets outs the risks incurred by companies using US Cloud providers: “Today, companies do not have the legal tools to effectively defend themselves against extraterritorial legal actions, lead by competitors or by foreign authorities […].”
El 26 de junio, Raphaël Gauvain, miembro del Parlamento francés, presentó al Primer Ministro un informe titulado “Rétablir la souveraineté de la France et de l’Europe et protéger nos entreprises des lois et mesures à portée extraterritoriale” (Restaurar la soberanía de Francia y Europa y proteger a nuestras empresas de las leyes y medidas con alcance extraterritorial), que establece claramente los riesgos que incurren las empresas que utilizan proveedores de la nube estadounidenses: “Hoy en día, las empresas no tienen las herramientas legales para defenderse de manera efectiva contra acciones legales extraterritoriales, lideradas por competidores o por autoridades extranjeras […]”.
Otro hecho alarmante: “[…] los juicios provenientes de la Cloud Act parecen estar motivados económicamente y los objetivos parecen estar elegidos a propósito. La mayoría de las compañías estadounidenses importantes se salvan de ser procesadas, y solo las grandes empresas europeas y asiáticas, que compiten directamente con las compañías estadounidenses, son el objetivo”.
En otras palabras, además de apuntar a una amplia gama de delitos (el llamado “delito grave”), la Cloud Act expone a las empresas europeas a un doble riesgo:
– un riesgo económico: dado que la Cloud Act es incompatible con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), las empresas están sujetas a una multa del 4 % de su facturación en caso de uso de datos personales.
– un riesgo de fuga de conocimientos para las empresas, sin tan siquiera saberlo.
En IKOULA, garantizar la soberanía total de los datos para nuestros clientes es extremadamente importante y esencial.
Nunca lo repetiremos lo suficiente: para proteger sus datos y para protegernos contra la interferencia, es vital que las empresas opten por proveedores de servicios europeos que no tienen vínculos con las leyes estadounidenses.
Pionero en la nube francesa desde 1998, IKOULA cuenta con sus propios centros de datos en Francia (Reims y Laon), así como dos filiales en España y los Países Bajos. Al igual que el ADN forma parte del ser humano, IKOULA mantiene una estrecha relación con sus clientes y pone a su disposición sus equipos dinámicos, disponibles las 24 horas del día los 7 días de la semana, que les asesoran y acompañan en sus actividades. Los equipos de IKOULA son multilingües, para hacer frente a los retos de internacionalización de todos sus clientes, distribuidos en más de 60 países en 4 continentes.
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